Su nivel de integración es primitivo. Aparece a partir del cuarto mes de vida y este perdura por todo el ciclo vital. Se estimula acercándole un objeto a los ojos del niño. Su respuesta va a ser cerrar los ojos, es decir, parpadear. Su integración nos permite estar mas alerta y entender una señal de peligro. 1
A continuación un vídeo con el resumen de este reflejo.
Bibliografia:
1. 1. Espinosa, E., Arroyo, O., Martín, P., Ruiz, D., & Moreno, J. (2010). Guía esencial de rehabilitación infantil. Madrid: Médica Panamericana.
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